Esta es una
pregunta intrigante, a la cual quizás nunca podamos dar una respuesta completa.
¿Cómo pasamos de la vocalización animal al lenguaje humano?
Los animales a menudo hacen uso de los signos, los cuales apuntan a lo que
representan, pero no usan símbolos, los cuales son arbitrarios y
convencionales. Ejemplos de signos incluyen estornudar como signo de un
resfrío, nubes como signo de lluvia, o un perfume como signo de territorio. Los
símbolos incluyen cosas como las palabras que usamos. Dog, Hund, chien, cane,
perro – estos son símbolos que se refieren a una criatura que llamamos así,
aunque cada una de estas palabras no contiene nada en sí que de alguna manera
pueda dar cuenta de esta criatura.
Además, el lenguaje es un sistema de símbolos, con muchos niveles de
organización (al menos, fonética, sintaxis y semántica).
Entonces, ¿cuándo comenzó el lenguaje? ¿A los primeros comienzos del
hombre tal vez hace 4 ó 5 millones de años? ¿O con el advenimiento del hombre
moderno, Cro-magnon, hace unos 125.000 años? ¿El Neandertal hablaba? Ellos
tenían un cerebro más grande que el nuestro, pero su laringe estaba, al
parecer, más alta en su garganta, como la de los simios. No lo sabemos.
Hay muchas teorías acerca del origen del lenguaje. Muchas de éstas tienen
nombres tradicionales y divertidos, y yo crearé un par más cuando sea
necesario:
1. La teoría mama. El lenguaje habría comenzado con las sílabas más
fáciles relacionadas con los objetos más significantes.
2. La teoría ta-ta. Sir Richard Paget, influenciado por
Darwin, postuló que el movimiento del cuerpo precedió al lenguaje. El lenguaje
habría comenzado como una imitación inconciente vocal de estos movimientos –
tal como la boca de un niño se moverá cuando usa tijeras, o aprieto mi lengua entre
mis dientes cuando trato de tocar guitarra -.
3. La teoría bow-wow. El lenguaje habría comenzado como imitaciones
de sonidos naturales – mu, chu-chu, pash, bzz, miau -. Esto se conoce más con
el nombre de onomatopeya.
4. La teoría pu-pu. El lenguaje habría comenzado con
interjecciones, gritos instintivos y emotivos, tales como ¡oh! para indicar
sorpresa, o ¡auch! para indicar dolor.
5. La teoría ding-dong. Algunas personas, incluyendo al famoso
lingüista Max Muller, han planteado que existe una misteriosa correspondencia
entre sonidos y significados. Palabras en inglés como small (pequeño), sharp
(afilado) y en general cosas que él denomina “altas” (high things), tienden a
tener vocales agudas abiertas en muchos idiomas, mientras que palabras como big
(grande), round (redondo), en general cosas que él denomina “bajas” (low
things) tienden a tener vocales cerradas posteriores. Esto también es conocido
como simbolismo del sonido.
6. La teoría yo-hey-ho. El lenguaje habría comenzado con cantos rítmicos,
tal vez finalmente de los gruñidos del trabajo pesado. El lingüista D. S.
Diamond sugiere que tal vez éstos fueron llamados de apoyo o cooperación
acompañado de los gestos correspondientes. Esto podría relacionar esta teoría
con la teoría ding-dong.
7. La teoría sing-song. El lingüista danés Jesperson sugirió que el
lenguaje habría salido del juego, la risa, arrullos, cortejos, susurros, y
expresiones emocionales similares. Incluso sugirió que, contrario a las
teorías, tal vez algunas de nuestras primeras palabras fueron de hecho largas y
musicales, en vez de gruñidos cortos, como muchos piensan.
8. La teoría hey tú. Un lingüista de nombre Revesz sugirió que
siempre hemos necesitado contacto interpersonal, y que el lenguaje comenzó como
sonidos para señalar tanto la identidad (¡aquí estoy!) y la pertenencia (¡estoy
contigo!). También podemos gritar de miedo, rabia o dolor (¡ayúdame!). Esta es
comúnmente llamada la teoría del contacto.
9. La teoría del hocus pocus. Creo que el lenguaje pudo haber
tenido algunas raíces en una especie de aspecto mágico o religioso de la vida
de nuestros ancestros. Quizás empezamos llamando con sonidos mágicos a los
animales para domesticarlos, lo que se convirtió en sus nombres.
10. La teoría eureka. Y finalmente quizás el lenguaje fue
concientemente inventado. Tal vez algunos ancestros tuvieron la idea de asignar
arbitrariamente sonidos para significar ciertas cosas. Claramente, una vez que
la idea se tuvo, ¡se esparciría como fuego!
Otro tema es cuántas veces el lenguaje se originó (o fue inventado). Quizás fue
inventado una vez, por nuestros primeros ancestros – tal vez por los primeros
que tuvieron las propiedades genéticas y psicológicas necesarias para producir
complejos sonidos y organizarlos en series. Esto es llamado monogénesis. O
quizás fue inventado muchas veces – poligénesis – por mucha gente.
Podemos intentar reconstruir las primeras formas de lenguaje, pero sólo podemos
ir hasta cierto punto antes que los ciclos de cambio destruyan cualquier
posibilidad de reconstrucción. Muchos dicen que sólo podemos volver quizás
hasta 10.000 años atrás antes de que la huella se enfríe. Por lo tanto, quizás
simplemente nunca sabremos.
Quizás el debate más grande entre los lingüistas y otros interesados en los
orígenes del lenguaje es si podemos dar cuenta del lenguaje usando sólo los
mecanismos básicos de aprendizaje, o si necesitamos postular algún tipo de
apresto especial para el lenguaje.
La gente orientada solamente al aprendizaje (por ejemplo, B. F. Skinner) dice
que el condicionamiento infantil, o quizás el modelaje, puede dar cuenta de la
complejidad del lenguaje. La gente orientada hacia la existencia de un
dispositivo de adquisición del lenguaje (LAD: language-acquisition-device), tales
como Chomsky y Pinker, dicen que la facilidad y rapidez con que los niños
aprenden el lenguaje requiere la existencia de algo más.
El debate sólo es real para aquellos que prefieren tomar uno u otro de estos
extremos. Parece muy claro para la mayoría que ninguna es la respuesta. ¿Hay
algún mecanismo neuronal especial para el lenguaje? No en el sentido de un LAD.
En la mayoría de los mamíferos, ambos hemisferios lucían bastante similares. En
algún punto de los primeros años de la humanidad, unas pocas personas
posiblemente heredaron una mutación que dejó a un hemisferio con una capacidad
limitada. En lugar de que las conexiones neuronales fueran en cada dirección,
tendieron a organizarse más linealmente. El otro hemisferio no pudo
relacionarse con las cosas del modo multidimensional usual. Pero ¡sorpresa!,
esa misma capacidad disminuida resultó ser muy buena para ordenar cosas
linealmente. Y eso es exactamente lo que el lenguaje necesita:
la habilidad para convertir eventos completamente dimensionales en
secuencias lineales de sonidos, y viceversa.